jueves, 24 de abril de 2014

Un Camino para unirlos a todos.


Como si se tratase del camino hacia el Monte del Destino que narra Tolkien en su célebre trilogía (sí, soy algo friki...), mi primera toma de contacto con el Camino de Santiago ha resultado ser un viaje iniciático en el que he conocido gente maravillosa que me ha ayudado a deshacerme de la pesada carga del trimestre que llevaba encima. He aquí una pequeña reseña de cada día de viaje.

Día 1: Etapa de Tui a Redondela (15 Abril)

El día anterior había viajado desde Salamanca, donde vivo, en coche. No tenía ninguna expectativa creada sobre lo que iba a vivir en los días posteriores, sólo sabía que estaba harto de tener que depender del resto de la gente que normalmente me rodea para hacer planes que, muchas veces, se quedaban en nada, así que entre quedarme en casa una semana y esto... pues me decidí. Al llegar al albergue coincidí con una chica catalana que ya marcó lo que en adelante sería el viaje, "vas a ver como disfrutas, en el camino nunca estás solo". No pudo dar más en el clavo, desde ese momento jamás tuve un momento de aburrimiento, y los minutos de tranquilidad que obtuve los busqué porque los necesitaba, como cualquier persona que desee despejar la mente.
Al día siguiente, alrededor de las 8 nos pusimos en marcha mi compañera de habitación (una mujer alemana con una mochila que pesaba el triple que la mía) y yo. Antes de separarnos (yo preocupado por el peso de su mochila y su consiguiente lentitud al marcar el paso) pudimos ser testigos de sitios mágicos como este, en Mos:


La etapa fue dura por la distancia, a parte de que la subida desde Mos es matadora con 18 kilómetros ya en las piernas, pero bueno, ayudó el plato de pote gallego que utilicé de carburante. Lo único malo de este día fue el excesivo número de kilómetros que hay que hacer por carretera, y eso a pesar de que se ha habilitado un itinerario alternativo mucho más bonito que evita el polígono industrial de O Porriño.
 A pesar de eso, como se puede observar en la siguiente imagen, existen numerosas ocasiones en las que "desviarse" un poquito hacia tentaciones tan atrayentes como la cerveza gallega, que está bien rica.
 Día 2: Etapa de Redondela a Pontevedra (16 Abril)

La tarde que llegué a Redondela conocí a una persona muy especial durante este camino, mi entrañable Paloma. Llegó tarde al albergue (llegó muy tarde ya a Tui desde Madrid... y empezó con 8 horas de bus a las espaldas... ¡qué valor!) y no tuvo más remedio que dormir en el sofá del albergue donde yo me alojaba. Estuvimos hablando un rato de su odisea particular y lógicamente me fui a dormir dejándola descansar. A la mañana siguiente, cuando los portugueses que nos han acompañado durante todo este camino empezaron a despertarnos y a hacer ruido como si les pagasen por ello, decidimos bajar juntos a desayunar y comenzamos la etapa juntos, ya no nos volvimos a separar durante todo el camino.
La etapa en sí es preciosa, sobretodo en la parte inmediatamente posterior a Redondela, que comienza con una subida dura. Se encuentran detalles de este tipo, que alegran el camino a cualquiera:



Al final de la subida Paloma y yo conocimos a Peque, un chico pontevedrés que, sabiendo de la dureza de la misma, se había apostado con su Peugeot 205 al final de la rampa con el fin de ofrecer una cervecita fresquita a cualquiera que quisiera deshacerse de un eurillo. Este es quizás el momento que más recordaré, por la tranquilidad del lugar y por que fue el momento en que conocimos al que quizás ha sido EL PILAR de nuestro viaje: Pedro. Se trata de un chico venezolano al que, según quien fuera quien se refería a él, adoptó el nombre de Papito, Miamol, Venezuelaman, etc.
Nos alegró el viaje con su melífluo acento caribeño y con expresiones que quedarán en la memoria del tipo:

- ¡Dale con furia papá/bebé! (a la hora de animar a alguien a beber/comer)
- Esto está de miamol con te quiero//esto está pa echalse a lloral (esto está de rechupete)
- ¡Rock & Roll bebé! (Me lo estoy pasando pipa//dale candela)
- Vergatario (coj....onudo)
- Tu vah a ehtal dehpechado cuando yo me malche (Me vas a echar de menos...y lo sabes)...

Con él nos bañamos en el río para superar el calor de los primeros días y un poco antes algunos hacían nuevos amigos:



Pedro es indescriptible. Una mole de cariño y afectividad vestida de chandal fosforito que, aunque a primera vista puede parecer el típico caribeño despreocupado, es capaz de las más profundas reflexiones y conversaciones con las que amenizar la marcha. Si lee esto, sabrá que como él decía, estoy despechado y le extraño desde que nos separamos.
La etapa como tal termina en Pontevedra, que cuenta con un albergue fetén y donde conocimos a las Madrileño-Manchegas, otro grupo de cuatro chicas que ayudó también a alegrarnos la marcha con su simpatía natural y la de su acompañante fortuito, TUIBOY, un gallego con pies de galgo que siempre las dejaba atrás pero siempre regresaba a sus brazos protectores:

Nos fuimos tarde a dormir aquella noche, puesto que entre que compramos ginebra, cenamos rico rico y había ganas de marcha...



Día 3: Pontevedra-Caldas de Reis (17 Abril):

Esta fue también una etapa memorable. Discurre por bosques muy bonitos que cubren de sombra el camino aliviando el calor del que pasea por ellos:


A pesar de que no es muy larga, nos la tomamos con calma para salir, como atestigua esta imagen de nuestro caribeño particular saliendo del albergue cuando ya no quedaba ni Clifford:



Al salir de Pontevedra, podemos recorrer su coqueto centro, plagado de rincones curiosos como esta iglesia  con esa fachada tan particular:


Paloma decidió este día que quería ir solita para meditar y se nos adelantó fácilmente (ventajas de ser la joven del grupo):

Le duró poco la introspección cuando coincidimos con nuestras dos nuevas colegas valencianas, María y Natalia, que ella ya conocía del primer día. Aquí las tenemos "estresándose" para salir del albergue el último día:




Con ellas nos topamos en el MESÓN Don Pulpo, a medio camino entre las dos poblaciones de la etapa. Nos trataron como a reyes y Pedro estuvo a punto de llorar con el bocata de cefalópodo que se metió entre pecho y espalda:


Yo... directamente lloré de alegría con esto:



Al irnos, nos fijamos en este cartel a la entrada del mesón y... viendo la tranquilidad de la que nos habíamos contagiado y que creímos necesaria para disfrutar mejor el camino, nos identificamos plenamente con él:


La etapa sigue entre casitas desperdigadas y algún hórreo que da un toque pintoresco al camino:

 

Día 4: Etapa de Caldas de Reis a Padrón (18 Abril):

En esta etapa, que en su primera parte cruza un bosque precioso y más tarde sigue discurriendo entre casitas también hubo varias cosas destacables.

En primer lugar, conocimos a un músico protugués que nos dio muy buen rollito, se llamaba Joao, pero le llamaban Pony. En este bar nos tomamos unas cuantas tazas de Ribeiro que fueron mano de santo para las ampollas:


Quizás, lo que más merezca la pena contar es la CHAPA que nos metió el dueño de la MESA DA PEDRA... Un sitio curiosísimo como podréis observar:


Cuenta con todo tipo de cachivaches como este curioso "alivia pies"


Merece la pena ir, pero os lo advierto, no mostréis interés en la conversación del señor que regenta este local. Las consecuencias pueden ser soporíferas...

Una vez en el pueblo, se pueden visitar cosas como El Santiaguiño, una estatua del santo (o de lo que parece tal) en lo alto de un cerro cercano a la parte antigua del municipio. Para acceder al conjunto hay que subir unas cuantas escaleras.



Como podéis ver, Paloma se echa las manos a la cabeza, quizás intuyendo la posterior derrota que sufrió tras ocurrírsele la demencial idea de retarme a una carrera hasta arriba. Una vez allí, las vistas son bonitas y puede uno echarse una foto cerca del santo, como si fuera un colega más:





Cuando llegamos a Padrón estaban de procesiones, así que nos sentamos a verlas comiendo algo en una terraza. Pedro se pasó media procesión grabando y la definió como "vergataria", con lo que no dejaba dudas de su agrado por el cortejo de Nuestra Señora de Loquefuera.

Aquí está el cortejo del Ku Klux Klan:


Y aquí un servidor dando gracias a la de negro (una del departamento de recursos humanos de la dirección provincial de educación) por los alimentos recibidos:


También habría que hablar de la juerga y los mojitos de Padrón, pero al ser esto un blog público, ni me atrevo, ni creo que tenga que ir más allá del hecho de decir que fue muy grande (y muy borrosa).

Día 5: Etapa de Padrón a Santiago (19 Abril):

En esta etapa nos separamos de las valencianas (Tortuguiña team) con todo el dolor de nuestro corasón (que diría Pedro). Ellas también lo pasaron mal, pero para consolarse se metieron antes de salir el bocata de la foto en las que las presenté, así que se les quitaron bastante las penas, que ya se sabe que con pan son menos...


La etapa en sí discurre bastante por zona urbanizada, aunque la parte inmediatamente anterior a Santiago es muy bonita y te puedes encontrar con restaurantes como O Carboeiro, donde te ponen un solomillo de ternera gallega que flipas y que es posible coronar con un coulant de chocolate que quita el "sentío". He aquí la prueba:


Ya en Santiago, podemos deleitarnos, como aquí nuestra colega Judith, con una típica tarta de Santiago, que también está de miamol con te quiero, a juzgar por su cara de felicidad.


Ya llegados a Santiago, sólo quedaba sacar la credencial (los que tuvieron tiempo...), como nuestros otros colegas venezolanos y sus churumbeles:



Otros, de momento nos tenemos que conformar con esta crónica y con la foto que atestigua que logramos nuestro objetivo:






Gracias por leer.



domingo, 15 de diciembre de 2013

La niña "machote".



A la niña "machote" le encantaba jugar con sus coches de miniatura. Tenía que tener mucho cuidado porque sus padres se los escondían y se los cambiaban por muñequitas de color rosa de vez en cuando.

No había cosa que menos le gustara a la niña machote que el color rosa. Ella quería jugar con pelotas blancas, con coches verdes, con puzles multicolor, pero ni hablar del color rosa, le parecía muuuuy cursi.

Su papá y su mamá estaban muy preocupados porque le gustaba ponerse pantalones y embarrárselos jugando al fútbol… -¡Eso no es cosa de niñas, Alejandra!- le decían. La niña se llamaba Alejandra, como habréis adivinado, pero prefería que la llamasen Álex, porque, según decía ella, molaba más.

En el cole, a Álex la miraban raro. Hablaban en voz baja cuando pasaba con sus guantes de portero de fútbol “mírala, ¡la niña "machote!" Jajaja!” Se reían de ella…

Ella se sentía un poco sola, pero tenía muy claro que no quería ponerse lacitos en el pelo y hablar de novios como las otras chicas de su clase… -¡Por Dios, soy una niña, ¿por qué no puedo yo jugar con mi coche de radio control o hablar del paradón que hice el domingo pasado?- Solía quejarse mientras se comía un bocata de chorizo… algo muy poco femenino según la Vane, la más popular de su clase.

Vane tenía siempre algo que decir sobre lo que hacían los demás y siempre tenía un montón de amigas alrededor que hacían lo que ella quería. No había cosa que más le gustase que meterse con Álex. – ¡Mírala con la peonza! Parece tonta…¿Y los pelos que me trae? Se lo podía alisar un poco…y todas las niñas “jajaja! Es verdad lo que dice la Vane! Qué boba es la niña "machote”.

Todo le iba mal a Álex, hasta que un día…

-Niños y niñas, quiero que me escuchéis, al final de este mes representaremos una obra de teatro sobre el personaje que hemos estudiado, El Rey Arturo, y voy a sortear los papeles -Dijo la seño Antonia.
No había películas que más le gustasen a Álex que los del Rey Arturo, soñaba con ser un caballero andante que ayudase a la gente y salvase muchas vidas de peligros y monstruos verdes enormes.

- Voy a repartir los papeles masculinos por un lado y los femeninos por el otro… El Rey Arturo podrá ser cualquiera de vosotros- anunció la seño.
A Álex no le hizo gracia la posibilidad de ser una princesita vestida con un traje supercursi, pero se calló.

Cuando metió la mano en la bolsa del sorteo y cogió su papel… se hizo un silencio impresionante en la clase… ¡le había tocado ser El Rey!

Es verdad que a Álex se le daba bien la interpretación, inventaba conversaciones interminables cuando jugaba con sus muñecos de piratas, pero un rey…se quedó blanca del susto.

Sus padres renegaron un poco del papel que le habían asignado, pero le ayudaron en lo que pudieron. La seño Antonia también se portó muy bien con ella y le trajo una barba postiza de casa digna del más noble caballero. ¡Álex incluso dormía con ella! Claro…luego se levantaba con la cara rojísima, porque esas barbas pican una barbaridad…

Cuando llegó el día de la actuación, Vane, que interpretaba a la reina Ginebra con un vestido rosa como la más rosa de las rosas, no perdió la oportunidad de meterse con ella. – ¡Niña "machote", una barba como esa vas a echar cuando seas mayor!- y todas las niñas de alrededor “ayyy sí, ¡mírala que pintas! ¡jajaja!”.
Álex se les quedaba mirando triste, pero convencida de que siendo Arturo su rey favorito, tenía que hacer el papel de su vida. Había practicado muchísimo delante del espejo de su habitación. Su padre incluso le había enseñado a pegar porrazos en la mesa para que sus enfados y sus órdenes a los caballeros parecieran más reales.

Cuando empezó la función todo el mundo miraba a Álex… - Suerte hija- le dijeron sus padres. -¡Vamos campeona!- dijo la seño Antonia y le dio un abrazo para animarla.
Al final de la obra, cuando estaba a punto de matar al dragón que tenía secuestrada a su querida princesa Ginebra (la Vane), Álex se paró en seco…

- Dragón, ¿quieres conservar tu vida?- Dijo con voz potente.
La seño Antonia se echó las manos a la cabeza… ¡Álex estaba cambiando el guión! Miró al dragón con cara de pánico y le indicó que le siguiera el juego a Álex, total… ella era El Rey Arturo.

- Sí, claro que quiero. – dijo Pablito con voz de dragón.
- Pues cómete a Ginebra, ¡que me tiene hasta las narices!- dijo Álex con voz divertida.
La gente se sorprendió tanto del final de la historia que se echó a reír y no paró hasta llorar a carcajadas.
La cara de la Vane era un poema… simplemente no se lo esperaba…¡ y mucho menos que hasta sus amiguísimas se rieran también de ella!


Cuando salían todos del cole, la gente felicitó a Álex y todos reconocieron que era una gran artista. Nadie volvió a meterse con ella y así pudo seguir jugando al fútbol y con sus piratas con total tranquilidad. La única que no le volvió a hablar era la Vane, que ya no se molestaba ni en llamarla “niña machote”, porque ya no le hacía gracia a nadie. Pero a Álex no le importaba, sólo pensaba “espero que algún día se canse del color rosa, le va a ir todo mucho mejor…”.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Cuadros de humo.


Había pintado el cuadro en menos de dos días y ya llevaba por casa un tiempo. Decidió ofrecérselo a un restaurante que colgaba obras de ese tipo sin importar casi de quien fueran. Había dibujos de paisajes melancólicos, de gente paseando bajo la lluvia, de parejas que se miraban o se daban la mano... Todos ellos de baja o ninguna calidad artística. El camarero le indicó donde se sentaba la dueña. Era una mujer de mediana edad, sin mucho que destacar en cuanto a físico, pero con ojos tristes y el pelo liso que ya empezaba a blanquear, lo que le daba un aire agotado. Se acercó a ella con las manos en los bolsillos y el cuadro debajo del brazo derecho, agachando la cabeza como si esperase de un momento a otro un rapapolvo de uno de sus ex profesores de bellas artes por semejante atrevimiento.

- Perdón, me han dicho que hablase con usted...-

- ¿Conmigo?- alzó los ojos y se le quedó mirando, como intentando averiguar por qué iba a ser la reclamación esta vez.
- Querría ofrecerle un cuadro, por si me pudiera usted ayudar a darme a conocer colgándolo de la pared. - dijo en voz baja, casi imperceptible.
- A ver qué pinta tiene- le animó ella con media sonrisa.
Desenvolvió el dibujo a carboncillo, que llevaba en varias capas de tela para evitar que se mojase con la lluvia durante el camino. Era un retrato de un hombre de unos 50 que fumaba lo poco que le quedaba de un cigarro por debajo de una poblada barba blanca y que entornaba los ojos por el humo. Se le había clavado en la retina por la mirada al infinito. Lo vio haría dos meses cuando el hombre estaba a punto de tomar un barco con bandera de un país de la otra punta del mundo. Se le quedó mirando, grabando cada una de las arrugas de sus ojos en la memoria y en cuanto llegó a casa se puso manos a la obra con el carboncillo.
- No.
- ¿Por qué?

- No.
Salió del local llorando de rabia. Era la primera vez que intentaba colocar algo y la rapidez de la respuesta le había dejado helado. Tomó la decisión de no volver a tocar nada parecido a una pintura en su vida. Se dedicaría a escalar en la sociedad o simplemente a sobrevivir haciendo cualquier otra cosa. La frustración le había abierto los ojos....


- Elena...¿Por qué no se lo has cogido al pobre chico? Se ha ido hecho una mierda y la mayoría de los cuadros que hay aquí son una porquería, este al menos tenía talento...
- Porque era Emilio, María...Y a Emilio no quiero verlo ni en pintura.

Fin.






 

sábado, 9 de febrero de 2013

La LOMCE, esa gran mentira

Hoy en día, el concepto de educación (me refiero aquí a la formal) se define en teoría como un proceso de adquisición de aprendizajes mediante el cual el alumno/a adquiere unas supuestas competencias con las cuales podrá defenderse en su día a día una vez terminado este periodo de su vida. La futura implantación de la LOMCE, minimiza la importancia de estas competencias y las simplifica hasta hacerlas meros instrumentos de destreza con los que no se pretende que el estudiante obtenga un beneficio personal basado en lo intelectual, sino en algo más material y mundano, en algo económicamente rentable, vaya...
En su prólogo, esta ley dice lo siguiente:

"La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país. El nivel educativo de un país determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel educativo de los ciudadanos supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global”.

En definitiva, lo que el señor Wert propone, si observamos las palabras en negrita, es que aprendamos para producir, en lugar de por el simple hecho del placer y enriquecimiento personal que aprender produce en sí mismo.

Para conseguir su objetivo de mejorar el sistema, propone centralizar las decisiones sobre contenidos (lo cual elimina la capacidad de cada autonomía o incluso de cada centro de elegir qué y cómo enseñar), dar mayor relevancia a la asignatura de religión (católica),  ejecutar reválidas al final de cada etapa educativa (primaria, secundaria y bachillerato)fomentando la competitividad malsana entre alumnos además de, entre otras cosas, orientar la formación profesional a las necesidades productivas del mercado laboral y las grandes empresas, perdiendose así artes u oficios que no "sirvan" para crecer (lo mismo se ha hecho con carreras universitarias como Humanidades o Románicas).



¿En qué posición deja todo esto a la escuela pública?
Claro está que la escuela concertada, con una clara influencia ideológica inherente se verá beneficiada a la larga por todo este proceso dogmático, orientado a hacer de los alumnos meras máquinas de crear dinero dejando de lado el interés por el conocimiento por que sí.
La escuela pública, en cambio, se creó con la clara vocación de integrar a todas las clases sociales existentes eliminando las diferencias y barreras entre ellas, con lo que la orientación claramente económica de la nueva ley acabará con esta idea si tenemos en cuenta que con la actual situación económica (padres deempleados, disminución de cuantías y cantidad de becas, endurecimiento de los requisitos para recibirlas, etc.) solamente aquellas personas en una situación favorable podrán beneficiarse de las teóricas venajas de la misma.

En este nuevo ámbito educativo neoliberal, no cabe pues, según el señor ministro, una escuela que compense desigualdades, se gobierne de manera democrática y que fomente un pensamiento crítico, libre y laico. Rafael S. Ferlosio se refiere a esta "invasión de lo privado en lo público" que en opinión de un servidor, pretende el desprestigio gradual de la institución convirtiéndola en un reducto de asistencia social que resulta incómodo de mantener por que, según el consabido soniquete, "es más costosa y no necesariamente mejora la calidad de la enseñanza".


En resumen, si la LOMCE (o cualquier otro tipo de legislación semejante) acaba aplicándose y la sociedad no se da cuenta de la deriva hacia la que se dirige la educación de nuestros hijos, si no nos percatamos de la necesidad de que la educación es un tema de estado y no de ideología, si no luchamos por revertir esta gran mentira, no nos quedará más que lamentarnos en un futuro no muy lejano. Esperemos que no sea así, ahora sólo queda preguntarse quién puede ayudarnos a solucionarlo. Nos llevan mucho tiempo educando para que no pensemos por nosotros mismos, pero quizás la respuesta la tienen ustedes más cerca de lo que creen.